jueves, 21 de julio de 2011

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL ( VI )

.-MANEJAR LOS SENTIMIENTOS AJENOS EN LA PRÁCTICA:

Para poner en práctica lo aprendido y poder inducir estados de ánimo determinados a la gente que nos rodea, os invito a practicar primero con la pareja, hijos o padres, y después con amigos. Luego podréis pasar a practicar en el entorno laboral. No sería prudente pasarse de la raya y perder una credibilidad que luego nos costaría mucho recuperar.

Los niños, al no tener complejos desarrollados, ni vicios sociales, están muy abiertos a expresar sus sentimientos, por lo que serán un indicador perfecto para nuestras prácticas.

Practicando:
Si llegamos a casa mostrando un claro enfado, las relaciones ese día serán mas tensas. En seguida apreciaremos que los nervios están a flor de piel, y todos en casa estarán más susceptibles. Pruébalo un día, y si quieres, cométaselo antes o después a tu pareja, para que pueda ayudarte a apreciar esas sensaciones. Al día siguiente, prueba de llegar con un ramo de flores o bombones bien visible, con una sonrisa de oreja a oreja, y di algo como “hola… ya estoy en casa…a ver quien me da el abrazo más fuerte” y te bajas hasta que tu cara esté a la altura de la del niño, y cuando te lo dé te tiras al suelo hacia atrás y le dices “¡vaya, que fuerte!” o algo parecido. Verás como en ese momento el niño está dispuesto a hacer cualquier cosa por ti. Puedes pedírselo para comprobarlo.

Camarera Acomplejada:
Imaginemos que estamos en un “Fast food” comiendo. En la mesa de al lado se acaba de ir un grupo con muchos niños, han recogido las bandejas, pero hay patatas fritas con Ketchup por toda la mesa, por el suelo y por las sillas. Al poco rato se acerca la persona encargada de limpiar, con el ánimo decaído, pone cara de asco y empieza a limpiar. Nosotros la miramos pensando “vaya trabajo tan asqueroso”, ella nos mira con cara de “no tengo más remedio que hacerlo”. Cada uno sigue con lo suyo.

Si, por el contrario, en este momento le decimos: “tu trabajo es importante. Imagínate cómo estaría esto si no lo hicieras bien. ¿Quién vendría a comer aquí si eso siguiera así? Como cliente agradezco que lo hayas limpiado bien y sobretodo rápido, porque daba asco”. Y lo acompañas con una sonrisa. Es posible que no diga nada, pero seguro que no será por que no le ha afectado positivamente.

Imaginaros qué fuerza tendría este mensaje si en lugar de un desconocido que nos importa muy poco, lo hubiera hecho el jefe de personal.

Otro ejemplo claro:
Me ocurrió a mí hace unos años, y lo podéis leer en el artículo “MAS POR MENOS”.
 El Gerente de mi empresa buscó el momento oportuno, e hizo algo para inducirme un estado de Autorrealización. Después de eso, era capaz de enfrentarme a cualquier cosa.


Como parte de un equipo, como responsable de él, en nuestras relaciones con los jefes, o en nuestras relaciones personales, será enormemente satisfactorio y beneficioso el introducir estos pequeños gestos que influyen en las relaciones, y que seguro que mejoran la forma cómo nos ve la gente, y sobretodo mejoran la relación con nuestro equipo. Yo he tenido un jefe que era capaz de decirte que estabas haciendo un trabajo pésimo, pero salir de su despacho pensando que te ibas a comer el mundo.

Nota: No se trata de hacer la pelota a la gente o de ir halagando a destajo, sino mas bien conseguir el habito de hacer comentarios, hacer gestos y tomar posturas que la otra persona sea perfectamente capaz de percibir como positivos, sin que sean incómodos. Y sobretodo se trata de gestos y comentarios sinceros, de lo contrario, al igual que tú eres capaz de detectar la falsedad en boca de otro, ellos captarán la tuya. Se trata de SENTIR, no de mostrar. Se trata de conseguir tener el hábito de creer en la gente que te rodea, y mostrarlo.

También se pueden inducir estrados negativos, pero como creo que éstos no deben  usarse en los demás no he comentado nada. De hecho es mucho más fácil inducir éstos sentimientos; hay personas que son expertas en éste campo. Les encanta poner presión, dar broncas y luego llevarse el mérito del equipo. No tiene ningún mérito.

Reto: Intenta introducir sentimientos positivos a la gente que te rodea al menos una vez al día, y cada día a alguien diferente.

viernes, 15 de julio de 2011

TENEMOS LO QUE VOTAMOS O VOTAMOS LO QUE TENEMOS

Estamos en unos momentos económicos muy inciertos, La economía mundial avanza a paso de tortuga, el euro tiembla, Europa se tambalea y  amenaza con hundirse, las deudas de los países se encarecen, Estados Unidos intenta llegar a acuerdos para no hacer una suspensión de pagos, Grecia hecha humo, La deuda italiana esta por alcanzar la española, ¿pero qué podemos hacer?

En Italia, al primer aviso de que la economía italiana está en apuros, los diferentes partidos políticos italianos se agrupan y toman las medidas necesarias para parar el desastre. Dan un mensaje de unidad para calmar los mercados, y hacen su trabajo.

Algunas de las medidas tomadas son:

  • Aumento la edad de jubilación.
  • Reducción de los sueldos de los funcionarios. Empezando con los de los políticos.
  •  Reducción de gastos públicos, empezando por los gastos de los políticos, como vuelos, coches oficiales etc.
  • Pago de parte de las visitas médicas por parte de los usuarios.
  • Ponen tasas a los fondos de inversión.

 Como estas medidas se han tomado “en consenso” dan una imagen de unidad de toda la clase política frente a la crisis. El país es más importante que quien lo gobierna; y  las primeras medidas tomadas son las que afectan a los propios políticos, para dar ejemplo, y orgullosos de poder hacerlo.

Y mientras tanto, en España se toman  medidas muy descafeinadas y del todo insuficientes, los políticos están en una guerra abierta y hacen la oposición más rigurosa que pueden.

¿Y por qué los políticos italianos actúan de una manera y los españoles de otra?

No es por que España está mejor que Italia, ni por que los italianos son más conformistas que los españoles, o por que en Italia se viva mejor que en España y no les importe que se les recorte el estado de bienestar; es por que en Italia no tendrán elecciones hasta 2013 y  en España están a la vuelta de la esquina, y llegar al poder o intentar mantenerse en él es más importante que el propio país; así que los políticos harán todo lo posible por acceder al poder, llevándose lo que sea por delante, y si lo que hay delante es su propio país, no importa, ya le echarán la culpa al otro partido político y se quedarán tan anchos.

Desde aquí, hago una llamada a la cordura y la unidad de todos, sean del partido que sean, para no llegar a la situación de Grecia, Portugal o Irlanda. Y animo a los políticos a sentarse y trabajar formando un equipo común por unos meses, sacar medidas efectivas y acordadas entre todos, y dejar la guerra para el periodo electoral. Creo que esto reforzaría la credibilidad de los políticos, que actualmente está por los suelos, y seguro que calmaría los mercados financieros y animaría la economía.

Pongo los cometarios que hizo ayer Tremosni, ministro de economía italiano, que creo que hizo una intervención muy acertada:

"Hoy en Europa hay una cita con el destino: la salvación no llega desde las finanzas, sino desde la política. Pero la política no puede cometer errores, también porque es como con el Titanic: no se salvan ni siquiera los pasajeros de primera clase. Hemos llegado juntos al dilema y al drama del euro y de Europa. O se sigue adelante juntos o se va a pique. La solución o es política o no es, sin ilusiones de salvación para ninguno"

(Texto extraído de La Vanguardia)

miércoles, 13 de julio de 2011

HUMOR

Mi jefe no necesita un microondas, le basta con meterle prisa al horno.

lunes, 11 de julio de 2011

LA INTELIGENCIA EMOCIONAL ( V )

5.- MANEJAR LOS SENTIMIENTOS AJENOS:

Si para influir en los sentimientos propios necesitamos conocernos bien, es lógico pensar que para manejar los sentimientos ajenos necesitamos conocer a nuestro colaborador. Y en parte tenemos razón, pues tendremos más armas para ello, pero no es indispensable.

¿Por qué no necesitamos conocer a nuestro colaborador?

Por que no queremos influir sobre todos sus sentimientos, normalmente queremos despertar y/o potenciar ciertos sentimientos en él. Trataremos de forma distinta la influencia sobre otra persona de la influencia sobre nosotros mismos, porque nosotros podemos sentir nuestros propios sentimientos, pero sólo podemos intuir los ajenos.

Y no hace falta conocer a una persona para despertar un sentimiento en él. Si vamos por la calle y a la primera mujer que vemos le decimos que nos gusta su vestido, y le preguntamos dónde se lo ha comprado, seguro que le encantará; pero si hacemos un comentario despectivo en voz alta respecto al vestido, seguro que se enoja.

Mediante nuestras acciones y comentarios hacia otra persona, podemos generar sentimientos muy positivos, pero también muy negativos. Tenemos que saber que la influencia sobre otra persona será mucho más fuerte que sobre nosotros mismos; y mayor será cuanto más alto sea nuestro cargo en la empresa. Esto es un arma muy potente, pero también muy peligrosa, y es un arma de doble filo.

Para influir sobre los sentimientos de otra persona seguiremos cuatro pasos básicos:

1.      Preguntarnos: ¿Por qué queremos influir sobre ésta persona?
 La respuesta a ésta pregunta nos dará una idea clara de  nuestro objetivo, y nos ayudará a no desviarnos de él. Y nos contestará sobre la ética de nuestra intención.

2.      Nos interesaremos por su trabajo y sus acciones, y mostraremos ese interés; y repito, debemos estar interesados, no aparentar estar interesados por su trabajo. Si realmente no lo estamos, es mejor dejar esto en manos de otro que sí lo esté de verdad. Lo de fingir no está hecho para un directivo, porque tarde o temprano te descubrirás y perderás toda credibilidad.
De ésta manera conoceremos bien sus acciones en campos concretos, y tendremos las armas que necesitaremos después. Al hacer afirmaciones sobre su trabajo, las haremos con conocimiento de causa, y eso lo sabrá.
Para mostrar interés, deberemos hacer preguntas acerca de su trabajo. El qué, el cómo y el cuando son importantes (entre otras).

3.      Ya tenemos las armas necesarias para generar o reforzar sentimientos en ésa persona. Buscaremos el momento oportuno y haremos comentarios acerca de su trabajo. Los comentarios deben estar bien pensados para ejercer la influencia que necesitamos en ese momento.
Si elogiamos su trabajo de forma activa, (ver artículo Más por Menos)  generaremos una satisfacción enorme en la otra persona, que se transformará en motivación y dedicación.
Si introducimos dudas, generaremos estrés y desconfianza.
Si introducimos ambas y reforzamos la confianza, generaremos estrés y motivación a la vez.

4.      Analizaremos si el sentimiento despertado es el que queríamos o no, y si el resultado de despertar ese sentimiento es el que buscábamos o no.

Todos los Gurús del Management utilizan ésta capacidad de generar sentimientos para influir positivamente en las personas de sus organizaciones, pues de ésta manera generas un clima de confianza, de satisfacción y de reconocimiento, que se transforma en dedicación, entrega y más satisfacción; generando una rueda que cuesta mucho de parar. Influir negativamente en las personas es algo poco ético, y muy desagradable. A nadie le gusta estar con “personas negativas”, y eso es por que nos generan sentimientos negativos.

Un ejemplo claro es la influencia de los padres sobre sus hijos. Son capaces de sacar lo mejor de ellos o hundirlos en la miseria, y solamente haciendo un comentario adecuado o inadecuado.

Reto: Empieza analizando el resultado de los comentarios que haces a la gente que te rodea, e intenta mejorar éstos comentarios para generar una influencia positiva sobre ellos.

miércoles, 6 de julio de 2011

FORMANDO NUESTRO EQUIPO DE TRABAJO

Lo primero que deberíamos hacer es preguntarnos: ¿Para qué formamos un equipo de trabajo?

Si comparamos el trabajo que puede desarrollar una sola persona, con el que puede desarrollar un equipo, obviamente es superior el del equipo, por tanto formaremos equipos para reducir el tiempo de desarrollo del proyecto. Hay proyectos, que por su volumen de trabajo, no es factible que los realice una única persona.

Muchos directivos se conforman sólo con esto, Pero algunos llegan mucho más allá, y obtienen resultados infinitamente superiores. Buscan la excelencia en el proyecto, aunque sea a costa de un tiempo de desarrollo superior.

¿Qué buscamos cuando formamos un equipo de trabajo?

Si lo que queremos es únicamente reducir el tiempo de desarrollo, lo que buscaremos son personas competentes en sus áreas y focalizadas en su trabajo y de pensamientos parecidos; y un responsable muy marcado, de amplia experiencia en todas la áreas del proyecto, que distribuya el trabajo entre los miembros del equipo, que solucione rápidamente las discrepancias, que reduzca los plazos al máximo, y que exija resultados a cada miembro. Éste asignará cada trabajo al que considere mejor preparado para ello.

Cómo los miembros del equipo tienen un perfil parecido, habrán pocas discusiones, y las que surjan, el líder se encargará de resolverlas pronto con una decisión tajante. Cada miembro hará la parte que le asigne el jefe, y será responsable de ella, dejando de importarle el resto del proyecto. El responsable sabrá perfectamente quien ha hecho qué y podrá exigir responsabilidades al que se equivoque. El proyecto tendrá una única visión, que es la del líder, y cualquier discrepancia se habrá atajado pronto. Si éste se equivoca, el proyecto será un fracaso. Dependeremos de una única persona.

Si lo que buscamos es un resultado óptimo o incluso sorprendente, nos interesa tener personas distintas, incluso raras, para darle al proyecto una visión lo más amplia posible; buscaremos personas de caracteres diferentes, para fortalecer las discusiones, porque éstas hacen pensar a las personas y dar lo máximo de cada uno. Pondremos un responsable que fomente el debate, que tome decisiones por votación en caso de discrepancia, que no abuse de su autoridad y que además fomente las iniciativas personales dentro del grupo y las halague; o mejor aun, no pondremos responsable y dejaremos que un líder verdadero destaque dentro del grupo y tome las riendas; éste líder habrá salido porque la mayoría lo acepta como tal, pues no hay líder sin seguidores. Y no pondremos ninguna persona que no quiera estar dentro del grupo, sólo pondremos voluntarios que compartan el objetivo del proyecto.

De ésta manera, no sólo se realizará el trabajo en menos tiempo, sino que además se habrán exprimido todos los cerebros del grupo. Cómo cada miembro habrá escogido la parte del proyecto que más le interesa, el resultado será muy superior; y el equipo entero habrá salido reforzado de la experiencia y habrá aprendido mucho de sus compañeros. El proyecto tendrá una visión muy amplia, con ideas innovadoras. Se habrán analizado infinidad de combinaciones posibles para llegar a una solución óptima decidida entre todos, y no sólo por la visión de uno de ellos. El resultado, con toda seguridad, será infinitamente superior.

Conclusión:
Si nos conformamos con reducir tiempos de desarrollo, necesitamos un grupo de trabajo, formado por gente especializada y de visión parecida, coordinado por un jefe experimentado y resolutivo.

Si buscamos un resultado excelente, necesitaremos un equipo de trabajo. Entendiendo como equipo, a un grupo de personas que trabajen juntos, que se complementen, que conozcan los puntos fuertes de cada uno de ellos y las carencias, y sobretodo que compartan el objetivo del proyecto y estén voluntariamente en él.